Teen angels en revista Pronto + Imagenes

Cómo es la vida secreta de los Teen Angels? ¿Qué hacen los chicos más famosos cuando nadie los ve? Los ensayos y las grabaciones les ocupa todo el tiempo, pero todos tienen alguna actividad que hace de su cable a tierra.

Thiago disfruta haciendo pogo en los recitales de rock. Tacho es apasionado del taekwondo. Jazmín mira Utilísima y hace manualidades. Lali está aprendiendo a cocinar guisos y tortas decoradas. Y Rama va los domingos a Farmacity a comprar curitas y chocolates.

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La novela, los ensayos, las giras y los shows les ocupan casi todo el tiempo. Jóvenes y ambiciosos, ellos disfrutan esta movida tan mágica como agotadora. Pero en los ratos libres, cada uno tiene algún hobby o escape que les sirve como cable a tierra: Tacho practica taekwondo, Jazmín mira Utilísima y hace manualidades, Rama “saquea” los Farmacity los domingos a la mañana, Lali hace tortas decoradas y a Thiago le gusta descontrolar en los recitales.

Es sábado al mediodía y los primeros seguidores de Casi ángeles, la exitosa novela adolescente que ideó Cris Morena, hacen cola para ingresar al Gran Rex. En el subsuelo del teatro, los Teen Angels, el grupo musical que surgió de la tira y que conforman Mariana Espósito (17), Eugenia Suárez (17), Juan Pedro “Peter” Lanzani (18), Nicolás Riera (24) y Gastón Dalmau (25), reciben a Pronto. En la intimidad del camarín de las chicas, todos confi esan que aún no terminan de caer en que están viviendo el mejor momento de sus vidas, y dicen que se sienten totalmente agradecidos por el apoyo incondicional de los fans. “Casi ángeles genera un fanatismo medio histérico, pero te aseguro que es con los varones, ¡no con nosotras!”, afirma la simpática Lali, tal como apodan a Mariana. A su lado, Peter acota: “¡Vamos!, ustedes también tienen lo suyo”. “Sí, ¡los mendocinos nomás! -arremete Euge-. En Mendoza dimos un show para 15 mil personas y había una sola bandera que decía ‘Euge y Lali, las queremos mucho’. Eran tres varones, ¡muy raro para nosotras!”. “Ellas se pusieron contentas, pero nosotros les pedimos a los de seguridad que los sacaran, ¡ja!”, remata Nico. Y, cómplices, estallan en carcajadas.